lunes, 13 de junio de 2011

Un sabio decía que nuestra forma de pensar se congela y nos quedamos recorriendo siempre los mismos caminos, pues la mente se fija a las cosas que pensamos.
Imaginemos que vamos por un camino.. el aire fresco golpeándonos el rostro, los árboles, las nubes, las aves, los montes.. y de pronto vemos una gran piedra.
Si fijamos toda nuestra atención en la piedra, o sea, el obstáculo en la vía y, al asumirlo como si fuera lo único, hacemos desaparecer todas las demás opciones (árboles, nubes, resto del camino) dirigiéndonos irremediablemente hacia él, hacia la piedra.
No permitamos hoy que los obstáculos desvíen nuestra atención y nos hagan creer que no hay salida, siempre hay oportunidades que vienen con ellos.