viernes, 30 de septiembre de 2011

Una taza pegada a la mente de un abad

Los meditadores tailandeses cuentan una historia que ejemplifica el cambio de actitud hacia las cosas que experimenta una persona después de años de práctica meditativa.

Un abad muy importante fue de viaje a china para conocer algunos monasterios budistas de ese país. En el primero que visitó, le regalaron una taza de té muy hermosa. Era la vasija más bella que había visto nunca y, de hecho, era de una porcelana muy valiosa y sus pinturas estaban realizadas por un maestro muy reputado. Estaba muy contento con el regalo, pero al cabo de una horas, ya por la noche, en su alcoba, pensó:<<¿Cómo la podría envolver para que no se dañe en el viaje de regreso?>>, y empezó a sufrir por ello.
Cuando llegó el día de la partida, puso cuidadosamente la taza en un cofre y le encargó al muchacho que conducía la carreta del equipaje:<<Lleva en tu carreta esta caja, pero ten mucho cuidado con ella: en su interior hay una taza muy frágil. Ay de tí, si se rompe>>. Pero durante todo el viaje estuvo preocupado por la taza; <<¿Y si me la roba ese joven diablillo que conduce la carreta? ¡Seré tonto!, ¿Por qué le habré dicho que la taza es tan valiosa?>>.
Pero la taza llegó sana y salva al monasterio. De inmediato, el abad le enseñó el presente a todo el mundo y eso le hizo sentirse muy bien, pero al dia siguiente le entraron dudas sobre dónde debería guardarse ese magnífico obsequio. El tesorero, buen amogo suyo, dijo:<<Creo que la deberíamos guardar en la cripta para evitar que se rompa>>,. Pero el abad la quedía poner el el sitio más visible del lugar, en el comedor comunal y así se inició una encendida discusión entre los dos viejo amigos. Cuando el debate estaba llegando al punto más elevado, un joven novicio tomó la taza para verla mejor, se le resbaló y cayó rompiéndose en mil pedazos. Entonces el abad sintió algo que le sorprendió hasta a él que era un hombre sabio. Pensó: !Qué alivio¡ Por fin soy libre de esa maldita taza que sólo ha hecho que robarme la paz desde hace meses>>.
La actitud que se adquiere con la práctica de la meditación es como la del abad el día que se dio cuenta de que era mejor renunciar a la taza que ser esclavo de ella. Es decir, nos volvemos más livianos en el desear y más capaces de soportar el malestar. O mejor dicho, comprobamos mediante la práctica que las cosas, los estados mentales placenteros, los logros... no dan mucha paz ni verdadera felicidad. Que las desgracias, las carencias, los problemas... no tienen por qué ser fuente de autentico malestar. Al fin y al cabo, todo eso está destinado a desaparecer, lo bueno y lo malo: ¿por qué llorar tanto las pérdidas o apegarse tanto a las transitorias alegrias?.

lunes, 26 de septiembre de 2011

DESAPEGO OTOÑAL

En otoño, la naturaleza parece desprenderse de lo que no es esencial. Siguiendo sus pasos, también nosotros podemos soltar, desapegarnos de las formas de ser que ya no nos sirven y buscar un espacio de introspección en el que prepararnos para renacer.

En el mundo de hoy, sobre todo en las ciudades, las prisas y la tecnología nos hacen a veces olvidar en qué momento del ciclo anual nos encontramos.
Tal vez algo se encoge en nuestro corazón -el otoño se asocia tradicionalmente a la melancolía- Nos retiramos del mundo exterior, física y psicológicamente, y nos volvemos hacia el interior. Pasamos menos tiempo al aire libre y estamos más en casa, dedicados a actividades menos energéticas que las del verano: leemos, conversamos y podemos volver a gozar del fuego del hogar.
En otoño, la naturaleza practica el desapego y se desprende de lo que no es esencial. A nosotros también nos corresponde soltar lo que ya no necesitamos, desapegarnos de las formas de ser que ya no dan fruto, encontrar un lugar de calma interior y prepararnos para empezar de nuevo. . Si es necesario, podemos soltar relaciones marchitas, despidiéndonos de manera genuina, con agradecimiento y responsabilidad.
Que el otoño te ayude a soltar lo que ya no te sirve, a reforzar tu interior y a prepararte para renacer en un mundo transformado.
Este texto son fragmentos escogidos por mí de un articulo de Jordi Pigem (Doctor en filosofía y autor de : Valores para un mundo en transformación)

viernes, 23 de septiembre de 2011

NO IRÁS A FALLARME


Cuando pedimos algo a alquien, es esencial que le demos la libertad de hacerlo o de negarse, si no, en vez de una petición, es una coacción. Si el otro no siente que puede decir que no, se sentirá incómodo, al límite, y llegará a la conclusión de que la relación no le interesa.
PARA PEDIR DE FORMA ASERTIVA
*piensa en lo que me supone hacer lo que me dices y cuales son para mí las consecuencias.
*Acepta que puedo tener motivos para decirte que no. Y si me presionas, no me dejarás ni tan siquiera planteártelos.
*No vincules nuesta relación al hecho que yo acceda a hacer lo que me pides. Si lo haces, la relación dejará de interesarme.
*No me plantees deudas de uno hacia el otro. Quiero que lo que haces por mí lo hagas de corazón, no porque me lo debes. Y yo quiero hacer lo mismo por ti.
*No te crees expectativas sobre lo que pudo hacer o no por ti. Si te las creas, tarde o temprano te defraudaré.
*No cargues en mií la responsabilidad de negarte una petición que puede ser demesurada o ilegitima. Eso dañariá irremediablente nuesta relación.
Ferran Ramon-Cortes

domingo, 18 de septiembre de 2011

EL HOMBRE BLANCO

<<Los hombres blancos viven como crustáceos, en sus casas de hormigón. Todas esas casas de piedra con toda esa gente apiñada, la actividad febril y la suciedad flotando en lo alto sin un simple árbol, sin una mancha de cielo azul o bellas nubes, todo eso junto es llamado "ciudad".¿Están los hombres blancos orgullosos de haber reunido tanta piedra? No lo sé. Los hombres blancos son gente de gustos raros. Sin ninguna razón especial, hacen cosas que les ponen enfermos, pero aún se sienten orgullosos de ellas y cantan odas a su propia gloria.>>


Este es un extracto de la descripción de Europa que hizo el jefe samoano Tuiavii de Tiavea, tras su viaje al viejo continente en la década de 1910. Tuiavii quiso visitar el mundo más allá del Océano Pacifico invitado por su amigo Erich Scheurmaun, un artista y viajero alemán quien vivió una temporada en las islas de Samoa. Sus relatos sinceros de lo que vio al llegar a distintas ciudades de Europa es toda una lección de antropología a la inversa.
<<Los hombres blancos son pobres porque persiguen las cosas como locos. Sin cosas no puden vivir. Si entras en una cabaña europea para cocinar, ves tantos recipientes que es imposible usarlos todos a la vez. Los hombres blancos turban de todos los modos posibles sus mentes pensando que el hombre no puede vivir sin cosas. Cuantas más cosas necesitas, mejor europeo eres. Por eso las manos de los hombres blancos no están nunca quietas. Y ésta e la razón de que sus rostros parezcan a menudo tristes y cansados>>.
El jefe tuiavii quedó estupefacto en su visita al hombre civilizado. En realidad se quedó horrorizado. No podia comprender cómo aquellos hombres y mujeres habían escogido ese modo de vida antinatural que les sumía en el estrés, la tristeza y la violencia. Se dio cuenta de que sólo los niños eran un poco felices en Europa, y ni de cerca tanto como los libres niños samoanos.
El jefe samoano Taivii decía lo siguiente sobre el tiempo y la capacidad de disfrutar:
<<En europa hay realmente muy poca gente que tenga tiempo, casi todos mantienen sus ojos pegados al suelo cuando caminan y balancean sus brazos para llevar mejor el paso. El tiempo les resbala de sus manos como una sepiente, sólo porque intentan siempre agarrarse a él . Siempre quieren manternerlo en sus brazos, apropiarse de él. Pero el tiempo es tranquilidad y paz amorosa, amar y descansar y tenderse en una estera imperturbable. Los hombres blancos no han entendido el tiempo y, por consiguiente, lo han maltratado con sus bárbaras prácticas>>.
Claudio Naranjo (Psiquiatra chileno , ha creado un programa de formación y crecimiento personal (SAT) Seekers After Truth (buscadores de la verdad) y se trabaja con contenidos propios de la psicoterapia y de la espiritualidad.


jueves, 15 de septiembre de 2011

PRACTICAR LA HUMILDAD


Reconocer nuestras limitaciones y valorar lo que los demás tienen para ofrecernos es el punto de partida del camino del crecimiento personal, pues sin humildad no es posible el verdadero aprendizaje
Echarse tierra encima y decir que uno no vale nada es vanidad. La humildad es aceptar nuestros defectos, pero también nuestros valores. Saber lo que no vales y lo que vales y no estar escondiéndose.A.Jodorosky
Ensalza lo humilde, multiplica lo poco, recompensa la injuria con bondad, corta el problema en su brote y siembra lo grande en lo pequeño. Lao Tse.
La modestia es el complemento de la sabiduria. Bernard le Bouvier.
Cuando somos grandes en humildad, estamos mas cerca de la grandeza. R. Tagore.
La humildad nos permite ver las cosas como son, sin las deformaciones que genera la lente de la vanidad. A. Rovira
La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió. F. de Quevedo.
Uno debe ser tan humilde como el polvo para descubrir la verdad. M. Gandhi.

lunes, 12 de septiembre de 2011

ABRIRSE, PESE A TODO

A veces, nuestro problema con las relaciones es que hemos perdido la confianza en ellas...
Quizás, alguna persona cercana ha traicionado, de alguna forma, nuestra amistad. Después de un hecho así, es comprensible que aparezca el miedo a volver a ser herido. 
Entonces, nos cerramos a cal y canto o sólo nos abrimos tras asegurarnos de que la otra persona va a correspondernos. Esa actitud dificulta las relaciones, crea un circulo paranoide en el que todo el mundo acaba protegiéndose de no se sabe bien qué ataque. La solución en esos casos pasa por arriesgarse a dar antes de recibir, abrirse a los demás una y otra vez... Al final, invariablemente, trasmitiremos a los demás la confianza que depositamos nosotros en ellos y las relaciones podrán transformarse en un intercambio de afecto e interés genuino.
Boris Cyrulnik (Neuropsiquiatra y psicoanalista.). Cyrulnik es hoy uno de los psiquiatras más reputados de Europa. Tuvo una infancia dificil tras perder a sus padres en el holocausto nazi. Tras salvarse milagrosamente del genocidio judio, fue un niño de la calle y vivió en un orfelinato, pero logró superar la adversidad y convertirse en un destacado médico. Su vida es un ejemplo de resilencia, la capacidad de sobreponerse a traumas, el fenómeno que investiga y explica en sus libros, éxitos de ventas en Francia y España.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Existe un lugar en el universo que seguro que puedes mejorar.
Ese lugar , eres tú mismo.
Aldous Huxley

domingo, 4 de septiembre de 2011

DARSE TIEMPO

El tiempo está hecho de la misma esencia que la vida, por eso nuestra existencia depende de cómo nos relacionamos con él. Si aprendemos a darnos tiempo y ofrecemos el nuestro a los demás, ganaremos una vida más intensa y verdadera.
El tiempo es la vida misma y de ahí su riqueza y profundidad. El tiempo es el pasar esencial: "pasa el tiempo", "pasa la vida". El tiempo tiene que ver con los ciclos y, por consiguente, con los "retornos": volver al trabajo, volver a casa, volver a empezar... El tiempo es el "buen momento", El momento oportuno. Y el tiempo es también admirablemente. lo que podemos "dar".
Si el tiempo no se puede poseer igual que se poseen libros o caramelos, ¿cómo se explica qu se pueda "dar" o "tomar"? No es posible como un recurso acumulable o almacenable, porque el tiempo no es algo exterior a la persona, sino que es uno mismo, la vida de uno mismo; esta es su auténtica riqueza. Si das tiempo a los demás, te estás dando a los demás. Si te lo das a ti mismo, te das a tí mismo para ser más tú mismo. Este e el sentido de darse tiempo. El descanso, el recogimiento, la meditación la serenidad... deben facilitar que cada uno sea más auténtico y no se halle medio perdido y disperso. Análogamente, quien de tiempo a otro lo hace para que este crezca, para que al recibir y aceptar tal don, sea mas él mismo.
El dar tiempo no admite ninguna relación de intercambio. Es un don gratuito. Quien da tiempo no espera nada a cambio, ni recompensa ni compensación alguna: no "se da para", sino que simplemente "se da". Es cosa, por tanto no de justicia, igualdad o economiía sino de gratuidad, generosidad y amor.
Es muy simpática y significativa la anécdota que contaba una maestra de primaria: 
"Habiendo sonado ya el timbre que indicaba que la hora del recreo en el patio había acabado, Pablito seguía en la arena, absorto en su juego. Cuando la maestra se acercó a él y le dijo"¡Anda, Pablito, que ya se ha acabado el tiempo|", el niño respondió espontáneamente : "¡Para mí no, señorita, yo todavía tengo|".

Este articulo está basado en "El respirar de los dias" de Josep M. Esquirol.