martes, 31 de enero de 2012

Aprendí

Hoy Aprendí que las cosas son cuando tienen que ser... Que dar todo no significa que recibirás todo... Que buena siembra no significa buena cosecha siempre... Que los buenos momentos son cortos y por eso hay que disfrutarlos... Que tus lágrimas no las merece quien te hace llorar... Y que el tiempo para nosotros... desgraciadamente no es eterno... Sólo quiero que el mañana me enseñe tanto o más de lo que aprendí hoy y que en cada paso que dé... no encuentre una piedra que me pueda hacer caer..

viernes, 27 de enero de 2012

SUPERAR LA DECEPCIÓN

Siempre que nos sentimos decepcioados -por un resultado determinado, por nuestro comportamiento o el de otra persona...-es porque previamente nos habíamos creado ciertas expectativas alejadas de la realidad. La solución no es dejar de ilusionarse, sino dedicar toda nuestra energía a sacar el mayor partido a aquello que nos ha tocado vivir.
La decepción es ese movimiento de sorpresa y tristeza que nos golpea cuando no obtenemos aquello que esperábamos y que, a menudo, habíamos confiado con anhelo en que sucedería. La decepción solo sobreviene cuando ,previamente, hemos esperado o amado, cuando hemos pasado por una espera positiva. Es como una caída, un retorno doloroso a una realidad muy alejada de nuestras expectativas. Sin expectativas, no hay decepción. Por eso nuestros enemigos nunca decepcionan, porque no esperamos nada de ellos. Así, para evitar la decepción, podemos intentar no esperar nada, ni de la vida ni de los demás. Pero ese desapego supremo no nos parece muy gozoso ni atractivo. Preferimos vivir con esperanzas a las que en ocasiones siguen decepciones, en vez de neutralizar todas nuestras ilusiones con el fin de no experimentar ningún tipo de decepción. Y tenemos razón, pues existe otra forma de vivir con ella.
Así, la decepción nos conduce a reflexionar sobre la aceptación, ese elixir para vivir en lo real y no en una sucesión de ilusiones y desilusiones. Aceptar no es resignarse ni someterse, no es renunciar a esperar o a actuar. Es tomar nota de lo que ya está ahí: acoger el mundo tal como es, en vez de exhortarlo a que sea como debería ser. Es aceptar tambíen la decepción, reconocer tranquilamente que esperábamos algo distinto. Decirnos sin más: "Bueno, las cosas son así", y dejar de lamentarnos ("¿por qué las cosas no son de otra forma?"), para volvernos luego hacia la realidad y ver qué es lo que podemos hacer: la decepción desemboca así, suave y progresivamente, en la acción.
Christophe André. (El aprendizaje de la serenidad)

lunes, 23 de enero de 2012

Saborear cada instante

El pasado ya no existe, el futuro aún ni es; el único espacio para poder ser felices es el presente. Postergar nuestro disfrute de la vida es condenarse a la angustia y la insatisfacción. El camino hacia el verdadero bienestar empieza por entender que el presente contiene su propia recompensa.
Cuentan que un monje zen caminaba por el borde de un acantilado cuando, sin previo aviso, la roca que estaba bajo sus pies de desprendió y se precipitó hacia el abismo. El monje consiguió agarrarse a una raíz que sobresalía en la pared del risco y así detuvo su caída. Mientras estaba allí, aferrado con una mano a la delgada raíz y con sus pies flotando sobre el precipicio interminable, vio, al alcance de la otra mano, una fresa, que tambíen colgaba sobre la pared de piedra. El monje la cogió y se la llevó a la boca. La paladeó unos segundos y dijo:"¡Deliciosa!".
Puede parecernos imposible tener la templanza suficiente para poder disfrutar de una fresa en un trance tan apremiante como la del monje; sin embargo, en mayor o menor medida, todos nos encontramos en una situacion similar. Todos estamos, como decía el Principito, amenazados de una repentina desaparición, ¿No cuelgan acaso todas nuestras vidas de una liana que no sabemos cuándo, inevitablenmente, se romperá? Si aceptamos que esta es nuestra situación, más nos vale aprender a comer fresas con nuestros pies en el aire... Es decir, deberemos aprendera a disfrutar del aquí y ahora sin preocuparnos por lo que será de nosotros en el futuro.
Algunas personas podrían argumentar que la recomendación de vivir en el momento presente es un tanto banal, pues, si el presente es lo único que existe, ¿qué otra posibilidad hay? Y, sin embargo, vivimos a menudo olvidando el aquí y ahora, ocupados en rememorar lo que una vez fue, en imaginar lo que hubiera sido y en esperar, para empezar a vivir, lo que será. De lo que se trata, entonces no es solo de estar presentes sino de vivenciar el aquí y ahora con todo nuestro ser, de tener en cada momento una presencia vital con el mayor nivel de conciencia posible de lo que nos está ocurriendo.
DemiánBucay

martes, 17 de enero de 2012

GRACIAS

SI HACER ALGO POR LOS DEMÁS NOS HACE SENTIR BIEN,¿POR QUÉ NECESITAMOS ESCUCHAR UN "GRACIAS"?
OBSESIONARNOS POR LA FALTA DE RECONOCIMIENTO DESVIRTUARÁ LOS MOTIVOS QUE NOS LLEVARON A BRINDAR NUESTRA AYUDA
Es un acto que refuerza el vínculo entre las personas y es un bonito regalo que no es aconsejable que dejes de dar a los demás. Pero que nos las den o no, no debe condicionarnos.
Hay personas que hacen cosas por los demás con la única intención de recibir su reconocimiento . Y cuando no lo reciben, lo viven muy mal, ya que necesitan esa dosis de energía externa.
El reconocimiento externo, aunque bien venido y agradable, puede se prescindible.
No me imagino un mundo en que no nos demos las gracias los unos a los otros. Sería un mundo triste. Y no vamos a ser nosotros los que contribuyamos a ello. Pero recibamos el agradecimiento como lo que es, un regalo, no como algo que el otro está obligado a darnos. Por eso, démoslo con la ilusión de ofrecer algo nuestro, no con la presión de estar obligados.
Me gusta que me des las gracias porque las recibo como un regalo. Porque me carga las pilas y me da energía. Porque refuerza nuesto vínculo. Me gusta que lo hagas sinceramente y a tu manera, con las palabras o gestos que elijas... Pero no voy a depender de ello. No me decepcioanaré si no lo haces porque voy a tomar conciencia de que lo que hago es porque quiero hacerlo.
me gusta darte las gracias siempre y en todo momento. Por cualquier pequeñez que hayas hecho por mí. Porque disfruto siendo agradecido. Y porque, si a tí te gusta que te den las gracias, soy feliz haciéndote este pequeño regalo.... Pero no quiero que hagas cosas por mí esperando mi agradecimiento, sino porque sientes que debes hacerlas. Que mis "gracias" sean recibidas como una opción y no como un "faltaría más".
Ferran Ramon.cortes
Aprovecho este post para dar las GRACIAS a Ferran por sus excelentes articúlos y a todos mis ami@s blogeros por su apoyo y sus opiniones imprescindibles que sin ellas este blog no seria el mismo.
GRACIAS A TOD@S,

viernes, 13 de enero de 2012

ABRIRSE A LO NUEVO

LLEVA UNA TAZA VACÍA.
La tradición zen sugiere que nos acerquemos a cada experiencia nueva libres de prejuicios, llevando metafóricamente una taza vacía, lista para recibir y ser llenada, siguiendo el concepto shoshin o "mente de principiante".



CÉNTRATE EN EL PRESENTE.
Conecta con la experiencia que estás viviendo; olvida tu bagaje, que solo vive en el pasado, y tus expectativas, que viven en un futuro irreal. Estar presente te abre a la novedad y al aprendizaje. Todo ello inriquece tu crecimiento personal.


 REVISA TUS CREENCIAS.
El sistema de creencias puede convertirse en un mundo congelado:"Esto es así", "Yo soy así". Párate y revisa estas convicciones, comprueba si se ajustan a la realidad; puedes llevarte muchas sorpresas. Partir de un punto realista te permitirá ajustar tu perspectiva ante la novedad.

martes, 10 de enero de 2012

DESINTOXICACIÓN EMOCIONAL

No solo nos nutrimos de alimentos, también de emociones que entran, nos dejan huella y deben ser descargadas.

Entre nuestro cuerpo físico y nuestra mente, conectándolos y envoviéndolos, se encuentra el territorio misterioso de las emociones. La emociones se expresan a través de nuestro cuerpo, de nuestros gestos, de nuestra mirada, de nuestras lágrimas o palabras; y también están conectadas con la mente, con nuestros pensamienatos, nuestra concepción del mundo y de las personas.
La energía penetra en nuestro organismo a través del aire, del agua y de los alimentos, y cuando asimilamos los nutrientes y el oxígeno, expulsamos todo aquello que no necesitamos o que nuestro cuerpo no puede asimilar. Pero también nos alimentamos de sentimientos, de sensaciones, de corazonadas, de inquietudes y estremecimientos... En difinitiva, de emociones que entran, dejan huella y deben ser descargadas.
Y así de la misma forma que ciertas sustancias contenidas en el aire que respiramos, una vez que cumplen su trabajo oxigenando las células, deben expulsarse, las ideas deben comunicarse; los sentimientos, compaartirse, y las emociones expresarse.
Desgraciadamente, vivimos en una sociedad que favorece la carga y ofrece pocas ocasiones para la descarga. Las sociedades consumistas representan un estímulo psicoemocional y físico constante en el que parece que no hay lugar para el descanso, la descarga, la relajación y la expresión adecuada de emociones. Esta situación hace que la burbuja que somos esté siempre en permanente tensión, lo que favorece la multiplicación de problemas de salud físicos, psíquicos y emocionales.
Si queremos estar bien física, anímica y espiritualmente, debemos dar salida a nuestras emociones sin reprimir ni juzgar.
Escribir es una forma muy especial de expresar emociones. De hecho, esa ha sido siempre la función de los diarios íntimos: allí podemos expresar espontáneamente nuestras inquitudes y experiencias, nuestos sueños y proyectos. En cualaquier caso, lo que importa es que esos pensamientos y emociones salgan, combinando la exploración interior, incluidos nuestros resquicios más oscuros, el desahogo emocional y la comunicación en el mundo exterior.
Jesús García Blanca, escritor e investigador, especialista en salud, ecología y educación.

martes, 3 de enero de 2012

LO PEOR DE TODO ES RENDIRSE


La entrad a un año nuevo se ha convertido en una fecha de reflexión, en una fecha para hacer nuevos planes, de dejar lo pasado y aprender de los errores, de sonreírle a la vida, de ser felices con nosotros mismos y con quienes somos, de mejorar con cada paso que damos en la vida, de convertirnos en mejores seres humanos, con personalidad propia.
La vida es demasiado corta, así que aprovechémosla al máximo, basta de solo pensar en todo lo malo que nos ha pasado, basta de enojos, basta de envidia, basta de frustraciones, o de provocar sufrimiento, esta es la única vida que tendremos, así que disfrutémosla, y vivamos cada día como si fuera el último. Los años pasan exageradamente rápido, y cuando menos lo pensemos habrán pasado tantos años que la felicidad se nos puede haber escapado de las manos.
Así que el día de mañana, cuando nos levantemos, mirémonos al espejo, y sonriámosle a la vida, porque estamos vivos, que nadie nos quite la satisfacción de ser felices, recuerden que el ser feliz o no depende de cada uno de nosotros, hagamos que este nuevo año sea el mejor, marquemos la diferencia, sigamos siempre adelante con optimismo y perseverancia.