miércoles, 6 de junio de 2012

ALINEARSE CON LA VIDA

No todo lo que nos sucede responde a nuestra voluntad, pero tampoco somos víctimas de las circunstancias; podemos aceptar lo incontrolable sin dejar de responsabilizarnos de nuestra vida.
La realidad no es como la habíamos imaginado o programado, y eso a veces nos hace sufrir. Vivimos en un diálogo continuo entre nuesta voluntad y lo que podríamos llamar "la voluntad de lavida". Es cierto que buena parte de lo que nos sucede depende de nosotros , pero no todo. Algunos accidentes, las enfermedades, la muerte... no dependen de nosotros sino que es la vida quien decide por nosotros.
Al parecer hay dos variables que intervienen decisivamente en la felicidad. La primera consiste en centrar todas nuestas energías en la direccion de lo que nos mueve profundamente. Vamos hacia la felicidad cuando respetamos lo que nos moviliza y lo que somos. Y la segunda, en sintonizarnos con lo que la vida quiere, aunque sea diferente de lo que hemos planeado. Si luchamos en contra de lo que la vida quiere, aumenta el sufrimiento. Esto no quiere decir que nos resignemos, ni que tengamos que hacernos las víctimas de las circunstancias.
San Agustín dijo que la felicidad consiste en agarrar con alegría lo que la vida nos da, y dejarlo ir con la misma alegría cuando la vida nos lo quita. Se trataría de asentir. Y, después, cuando recuperemos nuesta fortaleza, podremos tomar las decisiones oportunas para seguir adelante. Porque siempre podremos responsabilizarnos y tomar nuestras decisiones.
Gaspar Hernández