lunes, 11 de marzo de 2013

NUESTRA VIDA

Todos tenemos un curricum vitae; no obstante, nos preocupamos más por el "curriculum" que por la "vita"; nos afanamos porque consten en él todas las cosas que hemos hecho y no porque haya mucho vivido; nos inquieta más el currículo de nuestra vida que nuestra propia vida.

 Así, nos encontramos con currículos llenos y con vidas vacías. "Es lo que exige la sociedad", solemos tomar como excusa. Es verdad; pero también es cierto que a la sociedad, ese ente abstracto que tanto nos presiona, le importa un bledo nuestra felicidad.
Si en la historia de nuestra propia vida que vamos escribiendo no sabemos poner el acento a lo importante y no cuidamos lo pequeño, los detalles, lo que parece insignificante, nos puede salir una fábula grandilocuente pero irrisoria a la vez, una vida llena, pero no plena.
Carlos Goñi -dejaté ser feliz-