jueves, 23 de enero de 2014

CUANDO MIRAMOS DE VERDAD

Cuando estamos distraídos y no nos fijamos realmente en las cosas, nos sentimos algo insatisfechos y desconectados. Imagínate corriendo par ir a trabajar. Pasas junto a tu hijo o pareja y te despides con un rápido beso. Esa costumbre de no fijarse realmente, de hacer que nuestra mirada resbale por la superficie de las cosas, nos deja hambrientos y solos de una manera fundamental.

 Cuando nos detenemos y nos fijamos o miramos conscientemente, conectamos. Una breve conexión de ese tipo puede elevar nuestro humor y alimentar nuestro corazón durante horas. Cuando "miramos de verdad" todo lo que vemos se torna hermoso: las grietas en la acera, una planta muerta, las arrugadas manos de una anciana.... "Caminad por la belleza", dicen los indios navajo. Cuando nuesta mirada está atenta, todo es hermosura y todo el mundo camina por la belleza.