lunes, 22 de septiembre de 2014

PONER LOS CINCO SENTIDOS

Estamos acostumbrados a hacer dos y más cosas a la vez -es más, admiramos a quienes pueden hacer muchas cosas simultáneamente-. Y a menudo nuestra mente sigue dándole vueltas a una ocupación anterior cuando de hecho nuestra actividad ya ha cambiado. Aspiramos a ganar tiempo, en una agenda frenética para aprovechar al máximo nuestra vida, o al meno eso creemos.
Porque lo que quizá no advertimos -y es natural, ¡estamos demasiado ocupados haciendo tantas cosas!- es que haciendo demasiadas cosas, en realidad, no hacemos nada. No vivimos nada de lo que hacemos, no experimentamos lo que es hacer una sola cosa. Saboreándola, sacàndole todo su jugo.
En definitiva, se trata de hacer las cosas con conciencia porque así en realidad lo que estamos haciendo es querernos un poco más a nosotros mismos.