sábado, 22 de noviembre de 2014

LA IMPORTANCIA DE LOS DEMÁS

Numerosos estudios han demostrado que las personas que cuentan con una red de relaciones importante y que tienen vidas activas viven más tiempo y gozan de mayor salud. Por eso y porque necesitamos amar y sentirnos amados es importante dedicar pequeños momentos a enriquecer las relaciones con la pareja, familiares y amigos, así como a crear nuevos lazos.

jueves, 13 de noviembre de 2014

VIVIR CON ENTUSIASMO

Se trata de una emoción, compleja, pero a a la vez frágil y difícil de dominar, ya que de la misma forma que se enciende como una chispa y deslumbra con su poderosa luz, también puede desvanecerse con rapidez. El reto reside tanto en mantener viva esa llama como en lograr que no resulte insustancial, quedándose en una momentánea sensación eufórica que no se convertirá en nada, y es que el entusiasmo sin compromiso ni perseverancia se convierte en algo estéril, como una semilla que no enraíza.
También abre caminos, a veces por parajes desconocidos. Por eso es necesario ponerlo a prueba, dado que a veces lleva a ver solo la cara más amable de las situaciones.
Y si algún día flaquean las fuerzas y la vida trascurre sin alicientes que enciendan su llama, puede ser útil acercarse a quien lo desprende, porque como todas las emociones, el entusiasmo también se contagia.
Anna Tiessler

lunes, 3 de noviembre de 2014

CONTEMPLACIÓN

Estamos acostumbrados a la actividad constante, olvidando que la vida precisa también de la quietud. Hay día y noche, acción y reposo... Entre estos dos polos transcurre la existencia. Cultivar la contemplación significa buscar la serenidad, así como tender a una jerarquía de valores donde no prive lo estrictamente materialista. También significa querer mirar las cosas tal como son sin pensar para qué sirve o cómo pueden beneficiarnos. Dicho en pocas palabras: preferir el ”Ser” al “tener”.
La contemplación es el primer paso para adentrarse en los misterios del ser, pero también hacia una forma de vivir más humana. No significa no hacer nada (podemos estar quietos y angustiados) o tomarse las cosas a la ligera, sin comprometerse. Se trata de ser sinceros con la vida y alejar el miedo del corazón.
Podemos practicar la actitud contemplativa observando la naturaleza y sus desconocidas maravillas, el rostro de las personas, trabajando en lo nuestro pero con una actitud más abierta y relajada, apreciando un obra de arte... No desperdiciemos, en definitiva, las ocasiones que tenemos de mirar con amor lo que nos rodea.