viernes, 28 de agosto de 2015

ENSANCHAR EL TIEMPO

Abandonar las prisas intensifica la vivencia de los días.
Tener presente el tiempo está en la naturaleza humana, como en la de animales y plantas. Ayuda a organizarse y prever acontecimientos. Sin embargo, cuando más hemos querido controlarlo y optimizarlo con la ayuda de aparatos, más nos hemos dejado arrastrar por las prisas y desconectado del único tiempo tangible: ese que transcurre ahora mismo y que no hay reloj en el mundo, por preciso que sea, capaz de apresar.
Las vacaciones son la ocasión ideal para recordar lo bien que sienta dejar el reloj a un lado y bajar el ritmo.
Así, cuando se deja de depender del reloj y de horarios impuestos se pude recuperar lo que debiera ser natural y practicar todo el año: permitir que sea el cuerpo el que marque el ritmo. Es un ritmo más lento pero también eficiente. Permite prestar atención a los pequeños detalles, estar de verdad para aquellos que nos rodean y sentir o que aveces queda oculto bajo la espuma de los días. El mismo tiempo de reloj que las prisas acortan se ensancha cuando se cultiva la calma.
Mayra Paterson

lunes, 10 de agosto de 2015

UNA MALETA DE SUEÑOS

Este planeta nuestro se ha vuelto pequeño y previsible, pero a pesar de ello el viaje sigue siendo una de las experiencias más fascinantes y aconsejables. Cambiar de hábitos, de ritmo,de comidas, de referencias éticas, de clima, de músicas, de trasfondo histórico o de idioma es tan saludable que se parece a la felicidad. Y porque fugarse del propio entorno de vez en cuando para renovarse y conocerse mejor es algo necesario y vigorizante.
Jesús Aguado