domingo, 28 de enero de 2018

LIBERARSE DEL PROPIO EGO

Prisioneros del ombliguismo, demasiado cargados con el equipaje de nuestra historia, acabamos por llevar maletas muy pesadas que nos impiden buscar y construir nuestro camino personal con total libertad. ¿De dónde procede esa identificación con nuestras historias, hasta el punto de replegarnos sobre nosotros mismos?, y sobre todo, ¿cuál es la alternativa a ese reflejo? Lo que nos cuenta la cabeza no es la vida. Tomar distancia respecto a lo que nos cuenta y estar, en otras palabras, menos enganchados al ombliguismo nos permite abordar las situaciones de la vida con una mayor sabiduría. Por sabiduría hay que entender esa cualidad que está dotada de tres componentes: la capacidad de reconocer que nuestro propio saber es limitado, la consciencia de que el mundo cambia continuamente y dirigir nuestro interés al bien común, en lugar de a nuestros intereses particulares. Por el contrario, el ombliguismo se define por la rigidez de sus propias ideas, por un sentimiento acerca de un mundo inmutable y una preocupación que está, básicamente, centrada en uno mismo.
Ilios kotsou (Elogio de la lucidez)